¡Cómo estáis viajeros! En esta entrada del blog os traemos una ruta de lo más interesante para tod@s aquellos que os encanta estar en contacto con la naturaleza al más puro estilo #vanlife. Este es uno de esos lugares en los que piensas si es bueno compartirlo por las redes sociales o no, ya que guarda cierto encanto y no es un lugar masificado, nos gustaría que lo siguiera siendo. Sin embargo, estamos convencidos que el mundo es de todos los seres lo que habitan y no hay nada mejor que compartirlo, respetándolo y mejorándolo para que los que lo visiten después puedan disfrutarlo igual que nos lo encontramos nosotros ;-P

Esta vez nos vamos un fin de semana a la comarca de La Cerdanya (Catalunya). Nuestro objetivo es relajarnos en plena naturaleza y realizar la ascensión al Perafita, con sus 2.753 metros de altura con respecto el nivel del mar.

Para iniciar nuestro viaje, en primer lugar, entramos al Valle de la Cerdanya atravesando el Túnel del Cadí. Much@s piensan si merece la pena pagar los 12€ que cuesta aproximadamente el peaje del túnel, nosotros pensamos que es preferible pagarlos que el consumo de combustible y el desgaste de la furgoneta por el hecho de subir y bajar un puerto de montaña (si venís de la Collada de Toses), pero eso es una decisión muy personal ya que depende del tiempo del que dispongáis para hacer la ruta y de si practicáis o no el “slow travel”.

Nuestro objetivo es llegar a la población de Martinet, que encontraremos si seguimos la N-260 dirección a la Seu d’Urgell nada más salir del Túnel del Cadí. Martinet es uno de esos pueblos que guardan cierto encanto al estar situado a las faldas del Pirineo. Nosotros queríamos amanecer en un entorno más natural, pero si sois de aquellos que os gusta desayunar repostería local recién hecha por la mañana, vuestro lugar es el área de estacionamiento para autocaravanas y camper “Andreu de la Pona” en Martinet, muy bien señalizado y accesible desde la misma N-260.

Como podéis apreciar, este área de estacionamiento y pernocta está en el mismo pueblo, y cuenta con todos los servicios básicos que podemos necesitar; aseos, puntos de conexión eléctrica, vaciado de aguas negras y grises… y lo más importante es que podemos estar hasta cinco días seguidos.

¡Felicidades al ayuntamiento de Montellà i Martinet por ser “camper friendly”!

Como salimos el viernes a la tarde decidimos tomar como base de operaciones la Estación De Esquí Nórdico de Lles, por lo tanto, comenzamos a subir por la LV-4036 unos 17km, carretera que no abandonaremos hasta llegar a nuestro destino y que se inicia a la derecha de la N-260 nada más salir de Martinet.

A pesar de que este pequeño recorrido sólo dura unos 30 minutos, seguro que lo estiramos un poco recreándonos con las maravillosas vistas de la cara norte de la Sierra del Cadí, para ello podemos parar en diferentes áreas o parkings que encontraremos en la carretera durante la subida.

Y, por fin, llegamos al parking de la estación donde dejamos nuestra querida furgo “La Merche” en un lugar discreto, pensando que pasaremos allí un par de días. A nosotros no nos gusta que estén todo el tiempo entrando y saliendo coches de nuestro lado cuando estamos en nuestra casita rodante, ¿y vosotros?

El parking no es excesivamente grande, sobre todo si pensamos en la época invernal, cuando más gente suele visitarlo. Pero ahora hay espacio de sobra como podéis apreciar en las imágenes:

En este lugar se encuentra el refugio llamado “Cap del Rec”, y es la base de la estación de esquí nórdico. Las inmediaciones son todo un paraíso, estamos rodeados de un bosque de pinos cubierto de pastura alpina que forma un manto verde que lo cubre todo. No debemos olvidar que estamos a 1.900 metros de altitud. Lo primero que hacemos es dar un paseo por la inmediaciones y disfrutar del paisaje y sus verdes prados.

Con la sensación de que lo mejor está por venir, decidimos recogernos en la furgo, cenar, ver una peli y dormir. Por  cierto, tened en cuenta que en el parking de la estación la cobertura móvil (y de datos) es intermitente. Dependiendo de la cantidad de dispositivos que hayan a nuestro alrededor, “competiremos” por tener acceso a datos móviles, por este motivo, os recomendamos descargaros las películas en vuestros dispositivos antes de venir para ser más autónomos.

A la mañana siguiente, amanecemos con un sol radiante que nos invita a mirar a través de la ventana, o “puerta estelar” como nos gusta llamarla a nosotros porque nos transporta a otros mundos. Decidimos desayunar fuera.

Preparamos la mochila y emprendemos nuestro trekking hacia el Perafita. Cabe decir que, desde el parking, sale una pista de tierra que sólo es transitable desde el mes de mayo hasta octubre, el resto del año está prohibido. Esa pista nos lleva hasta el Refugio Font de les Pollineres, donde empieza la ascensión de verdad, pero nosotros decidimos hacer el recorrido largo empezando desde el mismo parking de la estación. Esta decisión conlleva hacer 7 kilómetros más caminando, tanto a la ida como a la vuelta, pero es que las vistas lo merecen.

Nada más salir del parking, a mano izquierda nos encontramos con un camino que transita por el bosque señalizado con indicadores de color, uno para cada pista de la estación.

Si seguimos ese sendero tomando siempre dirección ascendente nos volveremos a encontrar con la pista principal, pero habremos atajado un par de kilómetros a la par que disfrutado de un entorno idílico.

Si seguimos caminando por esa pista llegaremos hasta el Refugio del Pradell, situado en un prado que lleva mismo nombre. Desde allí ya empezamos a ver las cimas que nos acompañarán durante toda la ruta.

Después de 7 kilómetros caminando llegamos al Refugio Font de les Pollineres, un refugio de montaña que cuenta con un parking para vehículos y una zona de picnic con mesas de piedra en las cuales podemos hacer un descanso y tomar fuerzas antes de iniciar la subida. Por cierto, podéis pernoctar aquí si lo deseáis, aunque es posible que al estar cerca del refugio por las noches haya algo de movimiento.

Si deshacemos el camino unos 100 metros nos encontramos con una señal que nos indica el sendero dirección Estanys de la Pera, y empezamos la subida.

A medida que ascendemos nos encontramos con riachuelos que hemos de sortear siguiendo las marcas amarillas que, en todo momento, vamos viendo señalizadas en las rocas y en los árboles.

Después de unos 20 minutos llegamos al salto de agua del río del Molí, una cascada de agua situada junto a un antiguo molino. Este es un buen lugar para hacer algunas fotos y beber agua.

Desde allí, en pocos minutos llegamos a los Estanys de la Pera (petit i gran), que recuerdan a algunos ibones que hemos visitado en otras rutas más complejas, técnicamente hablando.

A partir de aquí, sólo debemos seguir las marcas blancas y rojas del GR-11 hasta llegar a la cima del Perafita, para ello seguiremos el siguiente recorrido:

Disfrutaremos de estas maravillosas vistas mientras caminamos “literalmente” por la frontera entre España y Andorra.

Desde la cima se puede distinguir, claramente, los Estanques de la Pera por los que hemos pasado hace un rato.

Mientras deshacemos el camino, pasamos por el Refugio de los Estanques de la Pera y, desde allí, volvemos a nuestro punto inicial por el mismo camino.

La ruta que os hemos enseñado hoy tiene aproximadamente poco más de 25 kilómetros a pie, pero si la empezáis desde el Refugio Font de les Pollineres os ahorraréis 14 de ellos, ideal para quienes vayáis con los más peques.

Si os ha gustado, por favor, dejad en los comentarios qué os ha parecido y si ya conocíais este rinconcito y sus maravillas que esconde.

¡Hasta la próxima viajer@s!

Síguenos en Instagram: @lamerche_vanlife